El señor vino a la tierra hecho hombre, padeció
como hombre y cumplió la ley demostró en su andar el carácter de un hijo de
Dios. Ese carácter se centra en la siguiente cita.
Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas;
Porque mi
yugo es fácil, y ligera mi carga.
Mateo
11: 29-30
También
podemos encontrar el carácter de cristo en un buen lugar, Gálatas 5:22-23: “Mas el fruto del Espíritu
es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”.
El
fruto del Espíritu es una imagen perfecta de Cristo, él tuvo estas nueve
cualidades que debemos de cultivar tu y yo. Cada vez que elegimos responder a
una situación a la manera de Dios en vez de seguir nuestra propia naturaleza,
estamos desarrollando nuestro carácter. Por esta razón, El permite todo tipo de
circunstancias formadoras del carácter en nuestras vidas, Tales como:
conflictos, decepciones, dificultades, tentaciones, tiempos de sequía.
Fijemos
nuestra mirada en cristo y dejemos que el molde cada área de nosotros, entreguemosle
en oración lo que más nos cuesta dejar. Permite
que Dios quite todo estorbo para que tú puedas llegar a él, santo y sin mancha.
Piensa
en esto:
- ¿Haz una lista de las circunstancias
difíciles en tu vida que Dios podría estar utilizando para tratar de
desarrollar o esculpir tu carácter?
- Conociendo esto, en esa situación en que estás
viviendo; ¿cómo cambia tu actitud y perspectiva?
En cada
situación Dios te mostrará el cambio que él quiere hacer en ti.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario