28 marzo 2017

Reconstruyendo nuestros muros







Los muros o murallas


Muro significa jomá, estos sirven como protección y como barreras que separan el interior del exterior, lo santo de lo inmundo. Cuando nuestros muros están en excelente condición, nos es fácil mantenernos puros y apartados del pecado, del mundo, pero si nuestros muros están caídos o con brechas somos blancos fáciles del enemigo.


Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
Salmos 51: 10-12


Aunque nuestros muros estén en buen estado debemos de seguir siendo diligentes para mantener los muros de protección así (Proverbios 24:30-31). Dios nos provee de protección y seguridad siempre y cuando estemos bajo la protección de él.



Cómo empezar a reconstruir los muros

Necesitamos estar firmes en cuatro pasos para que la estructura de nuestros muros no se debilite.

     ·       En primer lugar es la oración, nuestra comunión íntima y constante con Dios (Salmo 32:5), (Nehemías 4:4).
     ·       En segundo lugar es la alabanza y adoración estas son armas poderosas que podemos usar para construir, fortalecer o mantener nuestros muros (Isaías 25:1), (Salmos 150:6).
     ·       En tercer lugar está la palabra de Dios, ella es capaz de establecer muros y fronteras para encaminar nuestras vidas (2 Timoteo 3:16-17).
     ·       En cuarto lugar  es la comunión con los santos, nuestro testimonio ante los demás y nuestra relación con ellos tapa brechas en nuestros muros (Hebreo 10: 24-25).


Ahora que hemos caminado en este proceso de reedificación de nuestro ser donde poco a poco Dios nos ha ido quitando lo que a él no le agrada y nos ha ido hablando de estrategias para poner lo que necesitamos para edificar nuestro ser. No debemos de desmayar, que no sea solo por este estudio que tus muros están perfectos, más bien que en nuestro caminar siempre mantengamos una vida en plena comunión con Dios para que el vele por nosotros y cuide nuestra alma, no te descuides porque un descuido de nuestra vida espiritual abre brechas al enemigo y él podría destruir todo lo que Dios ha edificado.

Examina siempre tu camino.

Bendiciones .

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