17 agosto 2016

Tu confesión trae liberación



Tenemos que aprender a ser sinceros  en la oración, nuestro Dios lo conoce todo, el conoce nuestro corazón. Confesemos nuestros pecados al padre y él nos limpiará  y seremos como blanca lana (Isaías 1:18).

 

Más si nos humillamos, si nos ponemos a cuenta, si vamos delante de Dios, él es justo y misericordioso, oirá nuestra oración nos perdonará y nos limpiará para que comencemos andar en su camino sin mirar atrás.

 

Dios saciará nuestras almas, llenara nuestros labios, nos atraerá a hacia él  y estaremos más apegada a él, cantaremos cánticos y alabanzas a nuestro Dios, entrando siempre al lugar santísimo con acción de gracias, alabanzas y bendiciones.

 

 Cuando confesamos nuestros pecados Dios nos liberta pone gozo en nuestros corazones y nuestra adoración será genuina brotará de nuestros labios gratitud hacia él.


 

Meditemos

Somos sinceras con Dios  (Job 33:3)

Hay gratitud en nuestros labios (Salmos 116:17)

Le damos la alabanza debida a él  (Salmos 71:8)

Nuestra adoración es genuina  (Juan 4:23)

 


Le hemos entregado el corazón verdaderamente a Dios.

 

 



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