30 mayo 2017

La actitud del corazón




Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Efesios 4:31
  

La actitud de nuestro corazón cuando no conocemos a Dios siempre tiende al mal (Génesis 6:5) y la misma siempre contenderá con el Espíritu porque este no trata de buscar y agradar a Dios que es el propósito para cual él nos creó, pero cuando venimos a cristo la palabra de Dios nos enseña que nosotros tenemos que ser diferente a lo que éramos antes. Porque nuestras palabras expresan la verdadera condición de nuestro corazón (Números 12:1, Mateo 12:34, Lucas 6:44-46).

La característica más sobresaliente de la vida de Saúl fue su mala actitud de corazón, su desobediencia a la palabra de Dios y su envidia al triunfo de David, además a Dios no le agradaba su corazón porque sus actitudes se oponían a las de Dios y el buscaba su propio provecho y no el del padre.


Las malas actitudes que hay en el corazón

 La queja. Filipenses 2:14
La ira. Efesios 4:26
El enojo. Salmos 37:8
La gritería. Efesios 4:31
La amargura. Hebreos 12:15
El rencor. 1 Pedro 2:1,23
La envidia. Proverbios 23:17
Los celos. Éxodo 34:14, Gálatas 5:19-21



Nos alimentamos tanto de una misma actitud que se vuelve parte de nosotros y la digerimos tan bien que se vuelve nuestra verdadera esencia. De aquello que tú más te alimentes eso reflejaras, no es que haya fruto bueno o fruto malo el árbol es el mismo lo único que influyen muchos factores: la tierra donde este plantado, el alimento que absorbe, las veces que lo alimentan, etc. Dios hizo al hombre bueno y lo bendijo, pero si el hombre se alimenta de las cosas del mundo eso va a hablar, si nos llenamos de las cosas de Dios eso vamos a hablar.

 
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:17

Un personaje bíblico que tenía una mala actitud era Saúl nunca tuvo el corazón conforme al de Dios se airaba, tenía rencor, justificaba su pecado y siempre buscaba su bienestar, el pecaba y no se arrepentía ante Dios.

Pero Dios busco un rey conforme a su corazón con las actitudes correctas, que lo alabara, que lo buscara, que se arrepintiera, que le fuera fiel y ese hombre fue David. A pesar de las actitudes de Saúl, David nunca dejo que eso dañara su corazón.
No alimentes las malas actitudes que en ti hay, alimenta las buenas actitudes que Dios pone en ti cuando nacemos de nuevo en Cristo Jesús Señor nuestro.


Las buenas actitudes que hay en el corazón

Canta al Dios vivo. Sal.84:2
Busca a Dios. Sal.119:2,10
Confía en el señor. Pr.3:5
Es recto. Sal.7:10
Es firme y seguro. Sal.57:7
Es puro. Sal.24:4
Es sincero. Hch.2:46
Es contrito. Sal.51:17
Es circunciso. Dt.10:16
Anda sin culpa. Sal.101:2
Ama a otros. 1p.1:22
Guarda la palabra de Dios en él. Sal.119:11


No dejes que el mundo te de su alimento porque sacaras malos frutos, frutos podridos, pero si tu alimento es Cristo de él recibirás la mejor alimentación y darás buenos frutos. Dios le dio a los israelitas mana del cielo ese era su alimento y nuestro manjar de hoy es la palabra de Dios que ese sea el alimento que entre a nuestro corazón porque esa será tu esencia. Date un banquete de la Palabra de Dios cada día.



Meditemos
Lee 1 Samuel 15

1.     ¿Consideras el alimento para tu “hombre interior”, como una prioridad, así como tus comidas diarias?
2.     ¿que hay en tu corazón, de que hablas, que piensas, que anidas en el?
3.     ¿De qué te alimentas para dar buen fruto?





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