Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:16
La intimidad es un
regalo
Uno de los regalos
que Dios nos ofreció con la muerte de Jesús
fue tener una comunión íntima con Él y
poder entrar al lugar santísimo a través de
Jesucristo nuestro gran sumo sacerdote que se dio a sí mismo por nosotros. Por lo
cual el velo que impedía nuestra comunión directa con el padre fue rasgado por
su hermoso sacrificio, para que por medio de Él tuviéramos una relación más
cercana de amistad y confianza con nuestro padre. Hebreos 8
Y he aquí, el velo del
templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se
partieron;
Mateo
27:51
Por esta razón tan
hermosa ya no hay motivos para no orar, porque Cristo venció la muerte para que
tú y yo a través de Él tuviéramos
intimidad con el padre. Entra confiadamente, con total seguridad de que tu padre te va a escuchar. No desprecies,
ni deseches ese hermoso regalo, esa gracia que Dios nos ha dado.
Él te ha concedido
la oportunidad de conocerle a través de su hijo Jesús, no desconfíes más, entra
al trono de la gracia con confianza y comienza YA la mejor y verdadera amistad
que hayas podido tener jamás.
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