A Nehemías le fue dado todo lo que había pedido y
Dios puso de su gracia en el para que el rey Artajerjes le proveyeran
todo el material que se necesitaría para empezar a edificar los muros y las
puertas de Jerusalén. Una vez en Jerusalén él fue discreto, después de una
intensa conversación con Dios el decidió ponerse en marcha y salió secretamente
a hacer una revisión de los daños, porque ya él sabía que había oposición de
algunos líderes locales (Nehemías 2).
Después que Nehemías hizo una inspección del área
él hizo un llamado a reedificar (Nehemías 2:11-20).
Has un alto, antes de empezar tus planes para reedificar tu vida has una
evaluación profunda de ella, arregla tu vida ante Dios, ponte a cuenta con él
y comprométete a vivir apartada del pecado.
Cuando hay
un llamado a reedificar debemos de tomar acción como Nehemías y tener ese celo
por la casa de Dios y levantarnos e edificar nuestro ser, teniendo un corazón
humilde y dispuesto a escuchar la voz de Dios y a aceptar la guianza del
espíritu santo sobre tu vida.
El Espíritu de verdad, os guiará a toda verdad
(Juan 16:13.)
Como empezamos a reedificar
Ahora que
has comenzado y decidido la reedificación de tu ser, el enemigo se va querer
levantar en tu contra usará personas que te intimiden para que no cumplas la
obra de Dios (Nehemías 6:1-9), pero tenemos que dejarle claro
siempre al enemigo que él no tiene parte con nosotros y alzar en alto las
maravillas que Dios hará con nosotros.
La obediencia a reedificar y el involucrarse en la
obra traen consigo:
· Restauración de los muros y puertas espirituales
· Restauración en lo espiritual
· Restauración en lo natural
Dios empieza
a trabajar de adentro hacia afuera, porque lo que reflejamos a los demás es la
esencia de lo que somos por dentro.
Antes de
volver a construir algo que ya estaba, pero que ahora está en ruinas lo primero
que se haría es:
1. Buscar
el consejo de un experto.
2. Hacer
una inspección de los daños.
3. Sacar
los escombros.
4. Comenzar
a construir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario