16 mayo 2017

Un corazón terco o endurecido





Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.
Hebreos 3:7-9


Endurecer es engrosar el corazón, tapar los oídos, manchar los ojos, dormir a uno, inocular un espíritu de vértigo, de torpor o de mentira, de modo que tenga la cerviz tiesa y el corazón de piedra. Este estado puede afectar a todos los hombres, a los paganos, a los israelitas e incluso a los discípulos de Jesús. El endurecer el corazón es una decisión propia que cada persona decide si endurece su corazón o se vuelve sensible a la palabra de Dios.

Nos hacemos los locos cuando Dios nos habla por medio de la palabra o por medio de algún profeta, no hacemos caso a sus palabras porque deseamos hacer nuestra voluntad o nos cuesta aceptar la corrección y reconocer que estamos mal. El endurecimiento espiritual de nuestro corazón ocurre cuando nos resistimos a obedecer la Palabra, la voluntad y los caminos de Dios. Le damos la espalda a Sus instrucciones y decidimos seguir nuestro propio camino.


 ¿Porque en endurecemos nuestro corazón  ante Dios?

Por el pecado.  Jeremías 13:23
Por las pruebas. Juan 16:33
Por las desilusiones. 1Pedro 4:1


Características de un corazón terco o endurecido
Anda en desobediencia.
Resiste a la corrección de los demás.
Rechaza la autoridad de Dios.
Es insensibilidad y se resiste a lo que el Señor dice.
Le es indiferente la lectura de la Biblia y la oración.
Se justifica de la conducta pecaminosa.
Se preocupa por todas las cosas de este mundo.
Tiene poco interés en los asuntos espirituales.



Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Más el que endurece su corazón caerá en el mal.
Proverbios 28:14


Somos responsable de nuestro propio corazón de cuidarlo y mantenerlo sensible a Dios y esto se logra al ir cada día en oración y apartar tiempo para estar con él y recibir de él.  


Meditemos
Lee hebreos 3
1.     ¿Puedes reconocer algunas de estas características en tu vida actualmente?
2.     ¿Recuerdas cuando endureciste tu corazón hacia la instrucción de Dios?
Si tu respuesta es sí arrepiéntete y pide perdón, Si tu respuesta es no levanta una alabanza y agradecimiento a Dios.





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